AAA. Presentaciónes para Linkedin PICADUDIT

 

La salud financiera de una empresa es como el pulso de un ser vivo: si no se monitorea, los problemas pueden pasar desapercibidos hasta que es demasiado tarde. Pero, ¿qué ocurre cuando tu asesoría contable está sobrecargada o simplemente no puede dedicar el tiempo necesario para ayudarte con un diagnóstico financiero? No te preocupes: no necesitas ser un experto para realizar un análisis básico pero útil. Aquí te explicamos los pasos esenciales para hacer un diagnóstico financiero tú mismo y tomar decisiones más informadas.

 

1. Reúne la Información Clave

Antes de comenzar, necesitas tener a la mano tus documentos contables más importantes. Esto incluye:

  • Balance general (últimos 12 meses)

  • Estado de resultados (mensual o trimestral)

  • Flujo de caja

  • Detalle de cuentas por cobrar y por pagar

  • Inventarios, si aplica

Si tu asesoría te entrega esta información periódicamente, asegúrate de que esté actualizada.

 

2. Analiza el Balance General

El balance general muestra qué tienes (activos), qué debes (pasivos) y qué te pertenece (patrimonio). Algunas preguntas clave:

  • ¿Tengo más activos que pasivos?

  • ¿Cuánto dinero tengo disponible en caja o bancos?

  • ¿Mi deuda a corto plazo es mayor que mi efectivo disponible?

Haz un cálculo rápido del índice de liquidez:
Activo corriente / Pasivo corriente
Un resultado mayor a 1 indica que puedes cubrir tus deudas a corto plazo.

 

3. Revisa el Estado de Resultados

Este informe te dice si estás ganando o perdiendo dinero. Fíjate en:

  • ¿Estoy generando utilidades mes a mes?

  • ¿Mis gastos están creciendo más rápido que mis ingresos?

  • ¿Cuál es mi margen de utilidad?

Fórmula útil:
Margen neto = (Utilidad neta / Ventas) x 100
Un margen bajo puede ser señal de gastos excesivos o precios mal definidos.

 

4. Evalúa el Flujo de Caja

El flujo de caja te dice si entra más dinero del que sale. A diferencia del estado de resultados, el flujo de caja muestra si puedes operar diariamente sin apuros.

Pregúntate:

  • ¿Me alcanza para pagar nómina, proveedores y gastos fijos sin endeudarme?

  • ¿Estoy recibiendo mis cuentas por cobrar a tiempo?

Si tu flujo de caja es negativo, podrías estar creciendo en ventas pero ahogándote en efectivo.

 

5. Calcula Indicadores Básicos

Algunos indicadores que puedes calcular fácilmente con tus documentos:

  • Rotación de cuentas por cobrar:
    (Ventas a crédito / Promedio de cuentas por cobrar)
    Te indica en cuántos días cobras a tus clientes.

  • Endeudamiento:
    (Pasivo total / Activo total)
    Si es mayor al 60-70%, podrías estar muy apalancado.

  • Rentabilidad sobre el patrimonio (ROE):
    (Utilidad neta / Patrimonio) x 100
    Mide qué tan bien estás usando tu capital.

 

6. Haz Comparaciones Temporales 

Una foto dice mucho, pero una película dice más. Compara tus cifras con meses o años anteriores:

  • ¿Estás creciendo?

  • ¿Tus márgenes se han deteriorado?

  • ¿Gastas más en ciertas áreas?

Usa tablas o gráficos simples para visualizar la evolución de tus finanzas.

 

7. Crea un Plan de Acción 

Después de analizar, necesitas actuar. Algunas ideas:

  • Si tu liquidez es baja, revisa cobros, renegocia pagos o ajusta inventarios.

  • Si tus márgenes son bajos, analiza tus precios o recorta gastos innecesarios.

  • Si tienes problemas de endeudamiento, evita nuevos créditos y enfócate en pagar los más costosos.

Un diagnóstico financiero no tiene que ser complejo ni exclusivo de tu asesoría. Con un poco de disciplina y las herramientas adecuadas, tú mismo puedes tener una visión clara de la salud económica de tu empresa. Esto no solo te ayuda a tomar mejores decisiones, sino también a comunicarte mejor con tu contador cuando finalmente tenga tiempo para apoyarte.

Recuerda: nadie conoce tu negocio mejor que tú. Solo necesitas mirar tus números con intención y criterio.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *